Déjenos un mensaje y nos pondremos en contacto con usted en menos de 24 horas.
Con el invierno a la vuelta de la esquina, es posible que algunos de nosotros nos sintamos un poco indispuestos, ya que nuestro sistema inmunitario se ha visto afectado en los dos últimos años. La pandemia no sólo ha afectado a nuestra inmunidad, sino que las funciones del sistema inmunitario empiezan a degradarse de forma natural con el tiempo. Para que tu sistema inmunitario funcione eficazmente, necesita un entorno armonioso y equilibrado, y todo empieza por tus hábitos. Si buscas formas naturales y saludables de reforzar la inmunidad de tu cuerpo este invierno, ¡sigue leyendo!
Con el invierno a la vuelta de la esquina, es posible que algunos de nosotros nos sintamos un poco indispuestos, ya que nuestro sistema inmunitario se ha visto afectado en los dos últimos años. La pandemia no sólo ha afectado a nuestra inmunidad, sino que las funciones del sistema inmunitario empiezan a degradarse de forma natural con el tiempo. Para que tu sistema inmunitario funcione eficazmente, necesita un entorno armonioso y equilibrado, y todo empieza por tus hábitos. Si buscas formas naturales y saludables de reforzar la inmunidad de tu cuerpo este invierno, ¡sigue leyendo!
Cambiar la dieta puede ser a menudo la mejor forma de mejorar el sistema inmunitario. Reducir el consumo de alcohol y comer alimentos más nutritivos es el camino a seguir. Además de la fruta y la verdura, repletas de vitaminas, hay muchos otros alimentos que debería incorporar a su dieta para mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario.
- Las semillas y los frutos secos (cacahuetes, almendras, avellanas, pipas de girasol, etc.) son una gran fuente de vitaminas, proteínas, hierro y zinc.
- Grasas monoinsaturadas (a menudo presentes en las verduras, como el aguacate)
- Verduras como la col rizada y el brócoli están llenas de vitamina A, C, E, zinc y hierro.
- Pescados como el salmón y el atún son ricos en ácidos grasos omega 3, proteínas y zinc.
- El yogur es un gran probiótico (lleno de bacterias buenas) con un alto contenido en vitamina A, proteínas y zinc.
Ahora que ya tienes una lista de todas las vitaminas vitales que necesitas, ¿qué hace cada una de ellas por tu cuerpo?
Las proteínas son esenciales para la reparación, la recuperación y la formación de anticuerpos. La síntesis de glutatión es necesaria para un sistema inmunitario sano, y consumir 1 g de proteínas al día favorecerá esta síntesis.
Las vitaminas A, C, D y E son potentes nutrientes que ayudan al sistema inmunitario. Estos antioxidantes son cruciales para combatir las infecciones en el organismo.
El hierro ayuda a transportar oxígeno por el cuerpo a todas las células. Si no ingerimos suficiente hierro, nuestros músculos y tejidos pueden ver mermadas sus funciones, lo que puede dejarte vulnerable frente a agentes patógenos.
El zinc es crucial para la fabricación de nuevas células inmunitarias.
Se ha demostrado científicamente que las sesiones cortas (de unos 45 minutos) de ejercicio moderado son las más beneficiosas para reforzar la inmunidad. Al aumentar el flujo sanguíneo, las células inmunitarias circulan por todo el cuerpo (el número de células inmunitarias circulantes puede aumentar entre un 50% y un 400%).
El estrés suele ser la causa de un sistema inmunitario poco activo. Si tienes mucho estrés en el trabajo o en casa, hacer ejercicio es una buena forma de reducir la producción de hormonas del estrés en el organismo.
El ejercicio cardiovascular puede ayudar a expulsar las bacterias de los pulmones y las vías respiratorias, lo que puede reducir las probabilidades de contraer una enfermedad. Además, el ligero aumento de la temperatura corporal puede impedir la proliferación de bacterias en el organismo. Si no te apetece correr 10 km, salir a caminar a paso ligero hará maravillas no sólo para tu inmunidad, sino también para tu salud mental.
Los trastornos del sueño, como el insomnio, tienen un enorme efecto sobre el sistema inmunitario. Durante el sueño, el cuerpo empieza a recuperarse. Un buen ejemplo de cómo el sueño ayuda a reparar nuestro cuerpo es que el organismo produce una mayor cantidad de citoquinas durante el sueño, que ayudan a combatir la inflamación. Dormir 8 horas sin interrupciones es la mejor manera de garantizar el fortalecimiento de la memoria inmunitaria, lo que refuerza las capacidades del sistema inmunitario para combatir los agentes patógenos.
Si te cuesta conciliar el sueño, aquí tienes algunos consejos para dormir mejor:
- Evitar el alcohol, la cafeína y la nicotina a última hora de la tarde
- Evite el uso de pantallas una hora antes de acostarse: ¡pruebe a leer un libro una hora antes de acostarse en lugar de desplazarse por Instagram!
- Evite comer a altas horas de la noche (¡sabemos que evitar picar a medianoche puede ser difícil!)
- Pruebe a utilizar infusiones o productos de lavanda y manzanilla
- Tome un baño caliente por la noche
- Escucha meditaciones o ayudas para dormir: hay muchas aplicaciones y vídeos disponibles en Internet, prueba algunos y comprueba qué te funciona.
- Asegúrese de que su dormitorio es confortable: asegúrese de que la habitación está oscura y a una temperatura de entre 18 y 24 ºC, pruebe la aromaterapia con aceites esenciales, asegúrese de que el colchón y las almohadas son los adecuados para usted y manténgalo limpio.
El agua ayuda activamente a la circulación de la sangre por todo el cuerpo, lo que significa que contribuye a la distribución de nutrientes y oxígeno a todos los sistemas vitales y células. Hidratarse también es una forma excelente de desintoxicar el cuerpo, sobre todo si has pasado varias noches de copas. Beber agua caliente se ha relacionado con un metabolismo más rápido, lo que significa que el cuerpo puede absorber los nutrientes mucho más rápido.
Si no te gusta beber agua sola o tibia, las infusiones son una forma estupenda de hidratarte con un saludable sabor añadido. También puedes comer alimentos con alto contenido en agua, como melón, pepinos e incluso sopas y caldos.